Carta al cielo

El siguiente texto cuenta el deceso de un gran jugador de barrio, contado por su amigo de equipo. En forma de recuerdo y aprecio. 

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Hoy que sentimos la pena del deceso de una gran persona, un amigo que creció junto a 
nosotros, siento la necesidad de compartir algunos recuerdos y sentimientos que me vienen a la 
mente de lo que represento Pocho para su promoción de la Nueva Lima..


Ayer llegó mi hermana Lucero a visitarme, hace 2 días que falleció nuestro amigo y 
nos sentimos conmovidos por su partida. Me muestra en el Facebook los comentarios de 
algunos amigos que lo conocieron y fotos con la camiseta del club.


Hoy que llegó a la misma edad de Pocho se me viene a la mente cuando fuimos niños y 
empezamos a conocernos, primero como rivales deportivos jugando solar 155 contra solar 177 
y luego juntándonos todos para jugar por el equipo del barrio.


El flaco siempre fue el más alto del grupo y por su físico podía sacar provecho utilizando la fuerza 
pero nunca lo vi entrar con malicia, utilizaba su inteligencia y dominio del balón para salir con la 
pelota limpia. Su juego fue fiel reflejo de cómo era fuera de la cancha, una persona a carta cabal 
que se gano el cariño y el respeto de todos nosotros.


Viendo la foto que nos tomaron me parece que teníamos 14 años, ya éramos un grupo bien 
unido, teníamos jugando juntos fútbol 5 años. Al año siguiente el equipo entro a la Liga en 
3ra División y 4 años después estábamos entre los mejores de La Victoria jugando en 1ra División.


Nuestro Pocho con su camiseta N° 4 siempre fue una garantía en la defensa su puesto natural al 
lado de César, también lo vimos de mediocampista al lado de Alex y hasta de arquero por si no 
podíamos contar con José ó Walter.


De su juego nos ha quedado en la retina que estando el partido caliente y presionando los 
delanteros rivales el flaco tenía la frialdad y la seguridad de hacer en el área un reloj dejando 
desairados al rival y saliendo jugando con la elegancia que sólo el la tenía. Por su posición en el 
campo hizo pocos goles pero muchas habilitaciones, recordamos uno que en ese momento fue 
muy importante para el equipo. Era el primer año en primera y nos enfrentábamos al Mercado 
Mayorista, equipo solvente que contaba con buenos jugadores, eran favoritos. Nos adelantan 
en el primer tiempo y salimos para el segundo tiempo a jugar el todo por el todo. El equipo 
comienza a presionar y Pocho empuja desde atrás y se proyecta continuamente. Faltando 5 
minutos recibe un pase fuera del área y mete un derechazo a rastrón que se clava en la esquina. 
El flaco deja su frialdad y corre celebrando, átras de él Guajardo y Chumbe que eran los más 
bajos queriendo agarrarlo para treparse. Al final del partido le comente: le pegaste de lleno y me 
respondio : No Cutin, solamente con 3 dedos JAJAJA.


Nuestro amigo era Carvajalino y varios de nosotros Ugartinos tomábamos los Ikarus cuando el 
paradero estaba en la Plaza Grau y desde alli ya ibamos planificado nuestro fin de semana.


Pocho fue una persona de mucho empuje, fue el primero de nuestra promoción que comenzó a 
trabajar, recuerdo que en algunas ocasiones tenía que cambiar su turno para estar con el 
equipo los Domingos.

A pulso se hizo profesional, trabajando y estudiando. Se caso y formo una bonita familia a quien 
adoraba.


Al pasar los años cada uno de nosotros tomamos rumbo diferentes. Pero de alguna manera 
siempre teníamos noticias de cómo estábamos  como nos iba y nos alegramos por los éxitos de 
los amigos. Como era difícil juntarnos siempre en nuestra mente tenemos la idea que cuando 
llegaba el 30 de Agosto día del Club nos podíamos ver y algunas veces sucedió.


Hace unos meses escuchamos el rumor que el flaco estaba delicado y otro lo desmentía, que 
estaba bien y que seguía trabajando normalmente . En estás fiestas de fin de año de hace 2 
meses, en el solar me confirmaron que nuestro amigo estaba delicado y que por voluntad propia 
no permitía visitas. Me contacte con su hermano y le pedí que quería verlo, que quería abrazarlo. 
Me contesto que Pocho como había perdido peso no quería que lo vieran así y que le iba dar mi 
recado, que se iba alegrar. Que poco me importaba su apariencia si nos queríamos como una 
familia pero tuve que acatar como muchos su voluntad.


Hace 2 días fui a despedirme de un GRANDE que supo llevar con VALENTÍA y DIGNIDAD lo que 
le toco afrontar.


Mi querido POCHO siempre te vamos a recordar.-


Que Dios te tenga en su gloria y siempre te tendremos en nuestras oraciones.

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